03 diciembre 2011

La vida no vino con instrucciones.

A veces siento como si todo el mundo estuviera en mi contra. Siento que me observaran sólo para sacarme fallos. Todo el mundo los tiene, ¿por qué los míos importan más? ¿Acaso tú no los cometiste? Sí, lo hiciste. Cometiste fallos y lo sabes. Pero yo supe pasarlos por alto, supe apartar las piedras de nuestro camino. Supe encontrarte a ti, con tus virtudes y tus defectos. Aprendí a confiar en la gente como nunca antes lo había hecho, aprendí que lo que los demás dijeran era insignificante. Me enseñaste a tener valor, a perder la cordura y a ver la vida desde otro punto de vista.
Me enseñaste a ser feliz.


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