27 diciembre 2011

Haré lo imposible por ello.

Estas fechas siempre están repletas de luces que adornan hasta el más apartado rincón de la ciudad, de cenas con los amigos, de reuniones familiares, de regalos y un largo etcétera.
Pero yo te propongo que por un momento tú y yo nos olvidemos de todo y volvamos a los viejos tiempos; en los que nada ni nadie nos quitaba de una tarde perdida entre probadores. Quizá suene extraño, quizá no, quién sabe; pero lo único que me importa es recuperar todo lo que perdimos.


23 diciembre 2011

FTM;

Él siempre estuvo lejos, en la distancia, pero para mí estaba a mi lado. Sabía que si algo me pasaba, él iba a estar ahí, aunque sólo fuera para hacerme reír, qué más daba.
Quizá él ya estaba acostumbrado a la distancia pero yo no, para mi era la primera vez que sentía ese tipo de preocupación por alguien a quien no veía todos los días, alguien a quien nunca había visto.
Pero poco a poco se fue ganando un hueco, y es que para mí, confiar en alguien es difícil, pero él hizo que fuera fácil.
Y con el tiempo se ha convertido en ese hermano mayor que siempre quise tener.


17 diciembre 2011

Llegaré hasta el final del camino si hace falta.

Quizá alguna vez has sentido cómo tu sangre se congela, cómo tu cuerpo queda inmóvil ante una situación inesperada; uno de esos momentos en los que no sabes si tirar hacia delante o quedarte ahí, parada, esperando que el tiempo haga lo que tú no te atreves. Pero te das cuenta de que no es así, te das cuenta de que lo único que ocurrió fue que dejaste pasar otra gran ocasión, quizá esa fuera la mejor de todas o, quizá, la última.
A simple vista puede parecer fácil pero no lo es, supongo que una especie de "miedo al rechazo" tiene su parte de culpa, ¿no crees? Aunque el factor sorpresa tampoco sale del todo impune.
Pueden sonar a justificaciones, a cobardía o incluso a miedo; pero, admitámoslo, nunca fui la más extrovertida de las dos.


11 diciembre 2011

Deseos de una noche de verano.

Cada suspiro que invade el aire es tuyo, cada centímetro de mi piel te pertenece.
Y es que es imposible ocultar los sentimientos que están a flor de piel, imposible. Si tú no estás el tiempo se congela. Los segundos se convierten en minutos, los minutos en horas y las horas en días interminables. Días pasados por agua, con una taza de café y sentada en la ventana viendo pasar el tiempo o, en su defecto, a parejas dadas de la mano como tú y yo solíamos hacer por las calles de Madrid.
Calles que ahora encierran nuestros secretos, calles en las que puedo ver a nuestros fantasmas del pasado reviviendo una y otra vez cada uno de esos momentos que pasé a tu lado. Afortunados fantasmas en los que se cumple mi mayor deseo.
Deseo tenerte aquí, a mi lado. Deseo que me abraces en las frías noches de invierno y que cuando el calor apriete te tumbes a mi lado en la hierba.


06 diciembre 2011

Lo que no ves.

Dicen que cuando la distancia hace presencia el cariño se esfuma.
Y se equivocaron, quien quiera que sea el que lo dijo se equivocó.
Quizá fue porque nunca estuvimos juntas, quizá porque siempre nos separó un 460 o quizá porque ignoramos la distancia.
Sea lo que fuera sé que ya ha pasado más de un año y aún seguimos juntas.
Es cierto que cuando caigas no podré cogerte de la mano y ayudarte a levantarte, también es cierto que no podré ir contigo al cine con una gran caja de palomitas como tampoco podré abrazarte cada vez que te vea. Y mentiría si dijera que no me importa, pero me conformo con ver tu sonrisa aunque sea a través de una pantalla, me conformo con oír tu voz durante dos horas seguidas mientras nos separan cientos de kilómetros de cable telefónico.
Nunca fui fácil de conformar pero con el tiempo aprendí a no exigirle cosas a la vida pues puede cansarse y arrebatártelas todas de golpe.
Deseo verte aunque sea por un día en toda mi vida y no diré que es imposible, pero sí muy difícil. Pero no te preocupes, la esperanza sigue ahí.
Y es que no tienen ni puta idea de lo que es querer a distancia.


03 diciembre 2011

Otro siempre que se quedó a mitad de camino.

Esas miradas de indiferencia, esa forma de pasar la una de la otra; todavía no me lo creo. Todavía no me creo que nuestra amistad haya llegado hasta este punto. ¿Cómo fui capaz de dejar que todo esto sucediese?
Sabes que sólo quería que fueses feliz aunque no me di cuenta de que lo eras. Eras muy feliz porque los dos estábamos a tu lado. Yo me alejé pensando que aquello haría que fueses más feliz, junto a él. Pero por paradojas de la vida lo único que conseguí fue que ambas perdiésemos parte de nuestra felicidad. Felicidad que, como tú misma dijiste, sólo podré tener si estoy a tu lado.
Siempre fuiste una persona que me fascinó, fuiste ese tipo de persona que llamó mi atención desde el principio, pero como todas las historias, no sólo tiene un principio, también tiene un final y , espero equivocarme, pero creo que ese final ya está aquí.
Dudo que te hayas dado cuenta pero si por casualidad lo has hecho quizá a estas alturas sepas que ya no llevo tu colgante pero no por rencor u odio, ni mucho menos, sino porque no puedo llevarlo puesto. Ahora mismo es como un recuerdo del tipo de amiga que fui y de todos los fallos que tuve contigo. Pero no creas que lo olvidé como cuando un niño deja de lado un juguete viejo en un rincón. Si no que lo colgué en el corcho que hay encima del escritorio. En el mismo corcho en el que están las fotos de la que sabes, es la persona más importante de mi vida.
Tú eras una de esas personas, una de las más importantes y supongo que lo sigues siendo, aunque de una forma muy distinta.
En estos últimos meses las cosas cambiaron demasiado.


La vida no vino con instrucciones.

A veces siento como si todo el mundo estuviera en mi contra. Siento que me observaran sólo para sacarme fallos. Todo el mundo los tiene, ¿por qué los míos importan más? ¿Acaso tú no los cometiste? Sí, lo hiciste. Cometiste fallos y lo sabes. Pero yo supe pasarlos por alto, supe apartar las piedras de nuestro camino. Supe encontrarte a ti, con tus virtudes y tus defectos. Aprendí a confiar en la gente como nunca antes lo había hecho, aprendí que lo que los demás dijeran era insignificante. Me enseñaste a tener valor, a perder la cordura y a ver la vida desde otro punto de vista.
Me enseñaste a ser feliz.


In another place.

Hay momentos en los que la frustración te puede.
Sentir que no estás en buen lugar; soñar con "otro mundo".
Intentar cumplir ese prototipo de vida que tienes desde hace unos 3 años. Intentar cumplir uno de tus mayores propósitos. Eso siempre es desesperante. Quizá no haya muchas diferencias, quizá las cosas más importantes sean prácticamente iguales, pero también cabe la posibilidad de que no, de que todo sea diferente. Cabe la posibilidad de que todo sea perfecto y cada pequeño detalle se ajuste a cómo tú te lo imaginabas a unos 6.000 kilómetros de distancia.


26 noviembre 2011

Te necesito.

¡Espera!
Ahora es ese justo momento en el que te digo que te necesito, que necesito sentir la presión que ejercen tus labios sobre los míos.
Necesito sentir cómo las yemas de tus dedos recorren cada centímetro de mi cuerpo.
Necesito sentir cómo tu mirada se clava en mi cuando me alejo.
Necesito hablar contigo a cada minuto y obligarte a alargar ese momento hasta que tú te mueras de sueño.
Necesito que me cojas de la mano, entrelazando nuestros dedos, y que me susurres al oído cuánto me quieres.
Necesito que me hagas rabiar y que me molestes, sólo para que sonría.
Te necesito a ti, con cada uno de tus defectos y cada una de tus virtudes.

Que es muy fácil escribirlo en un lugar que tú ni siquiera sabes que existe. Aparento ser valiente pero a la hora de la verdad no lo soy, soy sólo una cobarde que no se atreve a demostrar sus sentimientos.

460; odio ese número.

Ya ha pasado otro diecinueve y ya no sé si estar feliz o deprimirme.
Cada vez pasa más tiempo y cada vez veo más imposible poder conocerte, poder abrazarte o poder mirar tu sonrisa sin que haya una pantalla de por medio pero me queda la esperanza de que lo imposible, por definición, es posible. Que en once meses me has demostrado mucho más que otras personas en años.
Que te quiero de tal forma que nunca me hubiese imaginado que podía coger cariño a alguien que no ves, que eres una de esas personas que me hacen sonreír, día a día. Me demostraste que no hay cosas imposibles, sólo cosas improbables y que por definición son probables.
Gracias por ayudarme en estos once meses porque has sabido exactamente cómo hacerlo. Has sabido cómo sacarme una sonrisa en los peores momentos y has sabido demostrarme que los números, al igual que la distancia, no nos podrán separar.
¡SIEMPRE 19!

[19.08.11]

Que mi felicidad depende de la suya.

Ella ha sido la que me ha enseñado el significado de "mejor amiga". Dos palabras que lo dicen todo pero que a la vez no son lo suficientemente grandes para expresar todo lo que la debo.
Muchas amigas se enfadan por los chicos; porque a las dos las gusta el mismo, porque una tiene novio & la otra no.. A nosotras nos han pasado ambas cosas pero aún así hemos sabido seguir unidas.
Juntas hemos aprendido a perfeccionar nuestras virtudes y a reírnos de los defectos porque, ¿quién es perfecto en este mundo? Nadie.
Desde aquí quiero decirla que no me importa ir de sujetavelas, candelabro o como quiera llamarlo. Porque sé que no hay persona alguna que sepa hacerla tan feliz cómo él lo hace. Porque desde ese día ocho ha sido la persona más feliz. Porque al fin ha encontrado a una persona que la merece.

Mantener los pies sobre la tierra.

Todos hablan de tocar el cielo.
Unos dicen que están en él, otros que a tres metros sobre él y otros, que lo pueden llegar a tocar con un dedo. Yo, sinceramente, prefiero mantener los pies sobre la tierra. No es miedo a volar, es miedo a la caída. Ya que cuánto más alto te sientes, más duro es el golpe.


18.

Fue un amor a primera vista, de esos que sólo crees que pueden ocurrir en las películas y porque un guión lo exige. Esto no era ninguna película, era mi vida y él apareció en ella como por arte de magia. Sus ojos verdosos me transmitían seguridad, mucha más que la que cualquier otra persona podría ofrecerme, y sus labios me tentaban a besarle.
Él aprendió rápido a sacarme sonrisas y se convirtió en el dueño de mi mirada y de mis palabras. Todo lo que giraba a mi alrededor poco a poco fue perdiendo importancia y nada tenía sentido sin él. Llegó un momento en el que mi vida entera dependía de él.
Las cosas buenas duran poco tiempo, o al menos, eso dicen. Después de dos meses aún sigo pasándome las noches en vela. Aún me duele ver cómo besa a otras chicas que no sean yo, con esos labios que un día fueron sólo míos.